Todo requiere esfuerzo y corazón

Fecha de publicación: 05-08-2018

Mi esposo, Enrique Guerrero, y yo trabajabamos en empresas privadas, entonces se dio la compra del local en el Centro Comercial El Tejar y la pregunta que nos hicimos fue: ¿quién se dedica a la venta, tú o yo? Enrique decidió salir. Yo le respaldaba en el pago de los gastos fijos. Fue positivo convertirse en emprendedores, pero todo tiene su dificultad: hay que abrir todos los días y pagar salarios cada mes se gane o no se gane.

Al crecer la empresa, dejé mi trabajo y ahora nos turnamos, aunque en los fines de semana estamos juntos porque hay más clientes y también delincuentes. Los jeans vienen de Colombia y Perú. El local es grande pues son dos en uno.

Nuestra hija Jessica vive en Bahía donde estudia biología marina. Me da satisfacción de que ella elija lo que le guste. Es protectora de la naturaleza. El papá sufrió más cuando se fue porque es cómplice de ella; la que la controlaba era yo.

El Solidario ha sido nuestro respaldo desde hace 9 años. En los momentos difíciles hemos tenido el apoyo del banco. Son súper rápidos, no nos piden sino documentos personales, impuesto predial, matrícula del carro. Cuando me entregan el formulario me dicen: cumplan sus pagos, vea que se invierta bien el dinero. Me explican la cuota, hablan de los seguros. Tenemos dos, de desgravamen y de daños. Siempre estamos conscientes de que hay riesgo de incendio. Hemos pensado en asegurar la mercadería contra robo.

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