Solidario dona filtros para purificar el agua en los albergues

Fecha de publicación: 11-08-2018

Han pasado más de 100 días del terremoto y muchas personas siguen acampando en la incomodidad e inseguridad de estos albergues temporales.

Entre otras acciones, el Solidario decidió apoyar con lo que consideró vital para la vida: el agua limpia. Entrega filtros purificadores de agua y baldes a los albergues y a los clientes más afectados por el terremoto. Son producidos por la iniciativa Waves for Water (W4W), y pueden proveer agua pura por 5 años para 100 personas. Con buen mantenimiento llegan a purificar hasta 4 millones de litros de agua.

La líder de Parque Cayambe es Carmen Sáenz, quien recibió los baldes y los filtros de purificación de agua, y los asignó a distintas áreas de este albergue de 80 familias.

En Los Tamarindos, un albergue privado, el orden y la cooperación son su característica. Allí viven 180 familias que debieron evacuar los edificios donde tenían sus departamentos y se instalaron en el parque de enfrente. Uno de sus coordinadores, John Intriago, señala: “Lo que hace el Solidario es magnífico, es lo que necesitamos porque hay una epidemia y no sabemos que es. Tiene origen en la mala calidad del agua que tomamos”.

El proyecto W4W nació en Sumatra, donde el estadounidense Jon Rose buscaba buenas olas para surfear. Entonces hubo un terremoto y la ciudad de Padang fue destruida. Él comprobó que el mayor problema en esa tragedia era la falta de agua para beber. Entregó 10 filtros de agua y fue la primera misión de W4W. En la actualidad trabaja por todo el mundo y tiene cientos de socios estratégicos y miembros aportantes.

Ocho albergues más recibieron de manos de los asesores voluntarios del Solidario estos implementos de última tecnología.

Catherine Guillén de Los Tamarindos quien está embarazada, teme dar a luz en el albergue. Ella ofreció buscar en el internet sobre W4W y ayudar a mantener limpios los filtros.

Elvia Moreira cuando vio los baldes con su respectivo filtro dijo con una sonrisa: “¿Cuál es el mío? Soy cliente del Solidario y debo recibir uno solo para mí”. La realidad es que cada balde servirá a 25 familias.

Eugenio Pico, un abuelo de 18 nietos mira con interés la instalación del filtro. Comenta que no podía levantarse el rato del terremoto. “Las piernas no me respondían. Luego vinieron a sacarme. Van a demoler mi casa. Aquí estamos tranquilos hasta tener de nuevo nuestra casa.”

“Estar aquí nos ha permitido conocernos entre vecinos, algo que no sucedía antes” –dicen dos vecinas de Portoviejo. Agradecen al Solidario por los filtros que quedan instalados en la cocina del albergue.

La obra concluye por este día. Pronto se entregarán 70 unidades más, y el Solidario podrá decir con convicción que es Guardián del Agua.

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